MIS UÑAS
- ¿Viste mis uñas?
- No.
- ¿No las viste?
- Ya te dije que no, ¿qué tienen?
- Que son cortas y cuadradas.
- Pues como todas, ¿no?
- No, verdaderamente no son como todas. Ni siquiera dentro de mi propia mano, una es igual a otra.
- Vaya cosa, todos tenemos las uñas desiguales.
- Pero no como yo. La del meñique izquierdo es más corta que la del derecho; las de los anulares son más parecidas entre sí, pero totalmente diferentes a las vecinas de su propia mano, como si fueran de otra persona. Son bonitas, de artista. La del corazón izquierdo es indecente, cuadrada, casi diría que más corta que ancha, con forma de paleta de playa; La del derecho es un poco más presentable, al menos es más larga. Son gemelas en los índices. Gemelas en su fealdad, qué desgracia. Son barrancudas…
- ¿Barrancudas dices?
- Sí, las cutículas tienen una inclinación. Ambos extremos están más elevados y, según se va siguiendo hacia el otro lado, la línea desciende, como en un barranco. Lo curioso es que las puntas hacen igual. Los pulgares son las únicas que tienen luna y como la cutícula es tan plana, parece que amaneciera sobre el mar. Pero en vez del sol, la luna.
- Desde luego, mijita, tú no te aburres. Vaya cuento me has echado mientras te pintas las uñas.
DESDE LA VENTANA
Desde la ventana el verde.
Verde de nogal y ardillas, verde pino y gaviotas, casas, nubes, tejas rojas.
Desde la ventana el azul.
Azul de ría y velas, azul cielo y alondras, playa, arena, flores.
Desde la ventana el rosa.
Rosa de las puras rosas.
AROMAS
- ¿A qué hueles?
- ¿A qué huelo?
- Hueles a campo. A orégano, a tomillo, a lavanda. A Castilla hueles.
- ¿Y a qué más?
- Quizás a tierra, a sarmiento, a trigo, a pan con aceite. Y yo, ¿a qué te huelo?
- A Brasil.
- ¿A Brasil?
- Sí. A piña, a mar, a guayaba, a burití.
- ¿Y a qué más?
- A leña quemada, a dendé, a picaña.
- Y tú a vino.
- Y tú a cachaça.
Aquí os dejo tres ¿ocurrencias? ¿reflexiones? ¿flipadas?
ResponderEliminarTres... lo que sean que me salieron así, sin sentir (o con mucho sin-sentido).
Besosss
TATI, es un lujo poder divagar como lo has hecho. Qué importa si son cualquier cosa. Es comunicar tus ocurrencias libremente y sin tapujos. Me gusta, me gusta... Ah! no se me había ocurrido analizar mis uñas... ¡y lo hice mientras te leía! Beso doble desde aquí.
ResponderEliminarjejeje, yo tb me he mirado mis uñas cuadradas y desiguales.....
ResponderEliminarmuy bonito tu sin-sentido
Me has sorprendido. A mí jamás se me había ocurrido analizar las diferencias y similitudes entre mis uñas. ¡Qué observadora eres!
ResponderEliminarPor otro lado, he sentido envidia de las vistas desde esa ventana. Ya me gustaría a mí ver desde la mía algo más que el gris de la casa de enfrente.
Tati, tienes una cabecita muy prolífica.
se puede decir reflexciones de cosas intracendentes pero que bonito que lo dices Ese es el mérito para mi ,tu forma para contarnos tus ocurrencias .
ResponderEliminarPreciosos, me encantan tus flipadas. La del aroma es impresionantemente bella.
ResponderEliminarGracias Tati por tu arte.
(Me voy a cortar las uñas...)
ResponderEliminaryo casi que me las voy a limar.
ResponderEliminarChicos, gracias a puñaoooss por vuestros comentarios a esta entrada.
ResponderEliminarNo todo el mundo tiene el humor para compartir mis flipadas, y vosotros lo habéis demostrado.
Manuel, Belenchona, Carmen y demás, quedemos algún día para hacernos la manicura juntos, jeee, verdaderamente es una experiencia que me encantaría compartir.
Lu, demuestras una extraordinaria empatía con mis escritos. El del aroma es el que más me gustaba de los tres.
Me gusta como lo dices...
ResponderEliminarMuy bien TATI. Un abrazo
ResponderEliminarHola Espe. Me encanta "Desde la ventana" Me encanta.
ResponderEliminarEnhorabuena.
José Ignacio
Muchísimas gracias Pilar, José Ignacio.
ResponderEliminarYa véis, cada quien es único e irrepetible, y con su gusto particular. Por eso es tan maravilloso enriquecerse unos a otros.
Tatirín, qué ocurrencias! Jajaja! Me encantan. Mis uñas son endebles y ligeramente cuadradas, bueno en realidad no me quedan bien de otra forma.
ResponderEliminar¿Sabías que olemos a lo que comemos? Hace poco conversaba sobre los olores corporales con un amigo que ha vivido en Estados Unidos y en España y me decía que los norteamericanos huelen a chicle y los españoles a jamón. Jaja! Yo no sé si tengo el olfato tan desarrollado como él, pero al país que más he viajado es Perú y yo puedo dar fe de que los peruanos tienen un olor característico. Te lo juro, puedo percibirlo a kilómetros (es un decir). Incluso en mi ciudad sé cuando uno de ellos está cerca y lo confirmo una vez que hablan, por el acento. Es un olor parecido al del ají. Jajaja! Es en serio. Besitos!
Quedé fascinada con el verde, azul y rosa desplegados en las vistas a través de tu ventana.
ResponderEliminar¡por Dios! qué dicha contemplar todo eso,
me ha quedado en la retina como si yo hubiera asomado!!